Va por tí Charlie
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Estamos ya en el sur de Portugal y el clima me recuerda a verano. En muchos de los pueblos hay perros callejeros a los que Belkor fotografía y Ferrari da de comer. Me caen bien los perros de la calle. Rara vez ladran y son unos especialistas en la comunicación sencilla. Ferrari y Belkor suelen ponerles nombres a aquellos con los que compartimos más tiempo y momentos. Recuerdo a Papadopoulos y Julliette en Grecia dormidos a la puerta de nuestra furgo, y los paseos por la playa que dimos juntos. O Skar, aquel cachorro desgarvado y con poco futuro de Soajo, Portugal, que el año pasado -5 años después- volvimos a ver convertido en el líder de una manada urbana de 10 perros. Este es Skar. Nunca he sido un perro demasiado sociable, quizá por eso mis mejores amigos caninos siempre han sido especímenes dignos de estudio, como Charlie. Charlie era el perro guia que asignaron a un vecino con problemas de visión. Un labrador negro que llegó a nuestro barrio con 3 años tras haber pasado un estrict...